Actualmente soy estudiante en el Convento de Loreto Msongari y también Defensor de la Juventud de la ONG del Instituto de la Santísima Virgen María (IBVM). Me encontré en la Conferencia de la Sociedad Civil de las Naciones Unidas cuando nuestro director me llamó, junto con mi amiga Keendi y mi profesora, la Sra. Phylice Nyabate, para representar a la ONG IBVM en la conferencia. Estaba realmente emocionado de tener una oportunidad tan grande que apenas pude dormir esa noche.
Cuando llegué a la sede de las Naciones Unidas en Gigiri, estaba un poco aterrorizado porque no esperaba encontrar tanta gente en la conferencia. Sin embargo, después de compartir puntos de vista y ver cómo la gente luchaba libremente por sus derechos, finalmente me adapté y todo el miedo desapareció. Esto realmente nos motivó a mis compañeros y a mí a levantarnos y hablar por nuestros derechos, especialmente después de ver a personas defendiendo audazmente los derechos de los jóvenes y las generaciones futuras. Eso me aseguró que mi futuro y el de otros jóvenes como yo estaban seguros. También aprendí sobre los diferentes problemas que enfrenta la gente en todo el mundo, lo que incluso me hizo derramar una lágrima, especialmente la situación en el Congo con todo el genocidio en curso.
Tuve el honor de asistir a una reunión con la Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, Nyaradzayi Gumbonzvanda, donde discutimos algunas cuestiones relativas a los problemas que enfrentan las mujeres y las niñas en todo el mundo. Pude dar un breve discurso sobre la violencia de género donde señalé algunas de sus causas, como las creencias culturales que hacen que la mayoría de las mujeres sufran en silencio.
También me uní a algunos grupos de coalición. Uno fue Derechos y participación de los niños, donde tuvimos una discusión sobre cómo los niños podían defender sus derechos y no ser socavados. Otro fue Política de Drogas para el Futuro, donde discutimos cómo detener el abuso de drogas. Nos dimos cuenta de que la mejor manera de lograrlo era financiando la educación sobre los efectos del abuso de drogas. Esto se debe a que es más barato crear conciencia que curar a los que ya están afectados por el abuso de drogas.
Lo que aprendí de la conferencia fue que “la energía, la creatividad y el idealismo de los jóvenes tienen el potencial de cultivar un futuro mejor”. Sin embargo, enfrentan un panorama de obstáculos que amenazan su crecimiento, especialmente en lo que respecta al acceso a oportunidades.
Lamentablemente la conferencia tuvo que llegar a su fin. El Presidente de Kenia, Su Excelencia William Samoei Ruto, pudo asistir a la ceremonia de clausura donde nos honró con un maravilloso discurso. Después, tuve que correr al aeropuerto para no perder el vuelo de regreso a casa, ya que necesitaba prepararme para la escuela, que estaba a punto de reabrir.
Me emociona decir con orgullo que mi experiencia en la Conferencia de la Sociedad Civil de la ONU fue realmente agradable y, sin duda, me encantaría asistir a otra si tuviera la oportunidad.
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Autor: Latifa Okoyo
