Numerosos estudios han encontrado que la violencia y el acoso en el lugar de trabajo impactan negativamente en el bienestar físico, mental, emocional, social y económico de los afectados. El Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Recomendación 206 que lo acompaña proporcionan el marco legislativo y político para abordar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, incluida la violencia de género.
La crisis de la COVID-19 puso de relieve la fluidez del lugar de trabajo y exacerbó las presiones sobre los más vulnerables, especialmente las mujeres, los jóvenes, los niños, los migrantes, los refugiados y las personas con discapacidad. Es necesario abordar los riesgos que enfrentan los trabajadores, incluida la violencia doméstica y el ciberacoso.
Dado que varios Estados Miembros no ratifican ni implementan el Convenio 190 de la OIT, se debe hacer un llamado para recordarles su importancia. Necesitamos pedir a nuestros gobiernos nacionales que ratifiquen esta importante convención. Encuentre el llamado de la Coalición de ONG para la ratificación del Convenio 190 de la OIT aquí.