Me gustaría transmitir en unas pocas líneas lo que ha supuesto para mí participar en la CSW68.
Recibí con mucha ilusión la invitación de Cecilia a participar en este evento. Estaba segura de que me daría una perspectiva más amplia del trabajo realizado por el IBVM/CJ UNNGO, en las NU, así como contactar en persona con delegadas de otros países y con Janet Palafox, lo que sería de gran ayuda en mi trabajo. El recibimiento y acogida de todas ellas ha superado mis expectativas y han sido de gran ayuda para guiarme en el laberinto de documentos, trámites administrativos previos y agendas de eventos y actividades. Así que me siento muy agradecida a ellas por esto.
En lo personal, también tengo que agradecer a quiénes se han encargado de mis hijos estos días en que yo no he estado en casa, y esto cobra un especial sentido para mí a lo largo de estos días en los que él escuchó tanto sobre la necesidad. de un cambio de paradigma hacia una sociedad de los cuidados, como una de las estrategias multisectoriales para avanzar en la igualdad de género.
Ya solo estar básicamente en el lugar que es el emblema del sueño de la cooperación internacional por la paz y el desarrollo es algo muy emocionante. Me siento inmersa en una marea de mujeres, y algunos hombres, que representan dentro de su enorme y compleja diversidad una inspiradora ola de conciencia, compromiso, solidaridad, que va haciendo posible ese sueño de una sociedad basada en el respeto a los derechos humanos. Y hacerlo de la mano de las hermanas del IBVM/CJ ha sido un privilegio, ya que me ha permitido dar a la experiencia el enfoque de una misión compartida desde el carisma que nos une.
He escuchó con interés y emoción a mujeres de los cinco continentes expresando con fuerza y energía su determinación inquebrantable por avanzar en la igualdad de género desde todos los frentes: la necesidad de políticas públicas que compensen la dificultad de acceso a los recursos económicos por parte de las mujeres; la representación paritaria de las mujeres en gobiernos, parlamentos y puestos de responsabilidad en organismos internacionales; la denuncia de la violencia ejercida contra las mujeres en todos los ámbitos, desde el doméstico, laboral y en situaciones de conflicto armado.
Me ha gustado particularmente escuchar a la Ministra de Igualdad de España, Ana Redondo, exponer los logros y avances en cuanto a igualdad de género en España, que no han sido pocos en la anterior legislatura, y los nuevos retos para abordar a lo largo de la legislatura actual, así como su apertura para colaborar en otros foros internacionales aportando la experiencia y buenas prácticas probadas para su implementación en otras regiones.
Vuelvo a España con la ilusión renovada de aportar, a través de mi trabajo como representante en NU de la provincia española del IBVM, una visión global de la situación de las mujeres alrededor del mundo, así como el compromiso por alcanzar mayores cotas de equidad en nuestra sociedad.
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Inglés:
Me gustaría compartir lo que ha significado para mí participar en la CSW68.
Me emocionó mucho recibir la invitación de Cecilia para participar en este evento. Estaba seguro que me daría una perspectiva más amplia del trabajo que realiza la ONG IBVM/CJ, en la ONU, así como contacto presencial con delegados de otros países y con Janet Palafox, lo que sería de gran ayuda en mi trabajar. La recepción y bienvenida de todos ellos ha superado mis expectativas y han sido de gran ayuda para guiarme en el laberinto de documentos, trámites administrativos previos y agendas de eventos y actividades. Así que les estoy muy agradecido por esto.
Personalmente también tengo que agradecer a quienes han cuidado de mis hijos estos días en los que no he estado en casa, y esto cobra un significado especial para mí en estos días en los que tanto he oído hablar de la necesidad de un paradigma. cambio hacia una sociedad del cuidado, como una de las estrategias multisectoriales para avanzar en la igualdad de género.
El solo hecho de estar físicamente presente en el lugar que es el emblema del sueño de la cooperación internacional para la paz y el desarrollo es muy emocionante. Me siento inmersa en una marea de mujeres, y algunos hombres, que representan dentro de su enorme y compleja diversidad una ola inspiradora de conciencia, de compromiso, de solidaridad, que está haciendo posible este sueño de una sociedad basada en el respeto a los derechos humanos. Y hacerlo de la mano de las hermanas del IBVM/CJ ha sido un privilegio, ya que me ha permitido darle a la experiencia el foco de una misión compartida basada en el carisma que nos une.
He escuchado con interés y emoción a mujeres de los cinco continentes expresar con fuerza y energía su inquebrantable determinación de avanzar en la igualdad de género en todos los frentes: la necesidad de políticas públicas que compensen la dificultad que tienen las mujeres para acceder a los recursos económicos; la representación igualitaria de las mujeres en gobiernos, parlamentos y puestos de responsabilidad en organizaciones internacionales; la denuncia de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos, desde el ámbito doméstico hasta el laboral y en situaciones de conflicto armado.
Disfruté especialmente escuchando a la ministra española de Igualdad, Ana Redondo, explicar los logros y avances alcanzados en materia de igualdad de género en España, que no fueron pocos en la anterior legislatura, y los nuevos retos a abordar durante la actual legislatura, como así como su apertura para colaborar en otros foros internacionales, aportando experiencia y mejores prácticas probadas para su implementación en otras regiones.
Regreso a España con renovadas ganas de aportar, a través de mi trabajo como representante ante la ONU de la provincia española del IBVM, una visión global de la situación de las mujeres en todo el mundo, así como el compromiso de alcanzar mayores niveles de igualdad en nuestra sociedad.
Autor: Marta Santos Romero, Representante Provincial de España ante la ONU
