Declaración oral pronunciada en nombre de la Coalición por la Ciudadanía Global en la Comisión de Desarrollo Social 2016.
Los esfuerzos para lograr objetivos de la magnitud prevista en la Agenda 2030 deberán garantizar el compromiso y el apoyo de los pueblos del mundo e integrar de manera significativa sus contribuciones en los procesos globales de desarrollo. Las personas están en el centro de la Agenda 2030 y esta es una gran victoria. Pero necesitamos encontrar formas de desarrollar la capacidad en un número creciente de personas para contribuir a estos objetivos, cada uno de acuerdo con sus circunstancias particulares.
La identificación como ciudadano global comienza con el reconocimiento de la unidad de la familia humana, nuestra interconexión entre nosotros como individuos y naciones, y nuestra responsabilidad de una relación sostenible con la tierra. Un ciudadano global se esfuerza por lograr la igualdad entre todos los pueblos, independientemente de cualquier categorización superficial como género, raza, etnia o identidad nacional o religiosa. La educación para la ciudadanía mundial promueve el honor y la dignidad humanos, la cooperación, la confiabilidad, la compasión y el deseo de servir a los demás. La capacidad humana se define no solo por el potencial de uno para lograr metas, sino también por la determinación de uno de tomar las acciones necesarias.
La capacidad de leer la realidad social y emprender acciones efectivas requiere una educación que nos dote de las actitudes, conocimientos y habilidades adecuados; tales como las capacidades que apoyan la justicia social y económica tanto dentro como entre las naciones, y la toma de decisiones sin confrontaciones en todos los niveles de la sociedad. La educación, formal, no formal e informal que promueva la comprensión de nuestros roles y responsabilidades será necesaria desde las edades más tempranas, a lo largo de nuestra vida.
Para inspirar a las personas de todo el mundo a defender el desarrollo social, es necesario promover con entusiasmo una comprensión profunda de la ciudadanía mundial a través de programas educativos en todo el mundo. Por eso, hoy hacemos 3 recomendaciones:
- Que el sistema de las Naciones Unidas pida a los Estados miembros que promuevan la educación para la ciudadanía mundial en todos los niveles y etapas de la vida de la población.
- Que los gobiernos apoyen los esfuerzos que ya están en marcha y garanticen la cooperación de los sistemas educativos internacionales, la sociedad civil y los sistemas sociales.
- Que la sociedad civil y todas las partes interesadas incluyan la ciudadanía global en sus iniciativas educativas y sociales.
Fomentar la ciudadanía mundial es una estrategia práctica para promover la implementación universal de los objetivos de desarrollo sostenible. Solo sobre una base de unidad, armonía y comprensión genuinas entre los diversos pueblos y naciones del mundo, se puede construir una sociedad global sostenible.
